Los seres humanos somos muy malos comunicándonos. Quizá esta deficiencia tiene que ver con el hecho de que nacemos con las habilidades básicas y, por ende, no las desarrollamos en gran medida.
Se dice que un bebé puede oír desde que está en el vientre materno y, al nacer, tiene la habilidad de comunicarse mediante gestos y sonidos, los cuales con el tiempo se vuelven palabras. Así, las personas tienden a subestimar la necesidad de practicar y dominar la comunicación, generando como resultado una multitud de problemas personales y organizacionales.
George Bernard Shaw, el gran escritor irlandés, dijo una vez:
"El problema más grande en la comunicación es la ilusión de que ésta existió".
En el ámbito organizacional, por ejemplo, Peter Drucker, considerado el mayor filósofo de la administración del siglo XX, afirmó que "el 60 % de los problemas empresariales son consecuencia de una mala comunicación".
Esta deficiencia se vive a todo nivel: los jefes lanzan órdenes que pocos acatan, los empleados no se sienten escuchados y apreciados, los diversos departamentos están desalineados, se tiene poca o nula claridad sobre los objetivos de la empresa, y nadie escucha al cliente.
Todo esto tiene remedio. Si le damos la importancia necesaria a la comunicación y la practicamos, seguramente mejoraremos y tendremos mejores relaciones y resultados.
Y a continuación te hacemos algunas sugerencias clave para que lo consigas:
1. Deja de creerte poseedor de la verdad
Cada cabeza es un mundo, recuérdalo. Éste es un dicho ampliamente conocido. Desde un punto de vista lógico, las personas entienden que cada uno experimenta el mundo de manera diferente según su género, cultura, experiencia, etc.
Sin embargo, actuamos como si nuestra verdad fuera única y cualquier opinión contraria fuese errónea. Recordarse constantemente que cada persona tiene una percepción diferente de los hechos, y que la nuestra es tan relativa como la del otro es un punto de partida importantísimo para poder comunicarse de manera efectiva con los demás.
2. Define claramente lo que quieres decir
Muchos problemas en la comunicación tienen que ver con la poca claridad de las ideas que transmitimos. Es común, por ejemplo, que las personas hablen mucho pero digan poco. Para transmitir de manera efectiva nuestras ideas es necesario que tengamos claridad antes de hablar y seamos inteligentes, así como concisos, con las palabras que utilizamos.
3. Sé personal y emotivo con tu comunicación
Si deseas que otros te escuchen y consideren realmente lo que dices, comunícate de manera poderosa y deja a un lado el típico discurso corporativo. Las palabras tienen poco peso si no son capaces de mover al otro.
Para generar impacto en otra persona es necesario que lo que digas sea humano y emotivo. Hablar de aquello que es importante para todos, tal como la familia, la felicidad, el éxito, la satisfacción, etcétera, es altamente recomendable.
4. Dile a las personas qué hacer, no cómo
Un error muy común en la comunicación es decirle a las personas qué hacer y cómo hacerlo, y después asumir que en ese intercambio existió una comunicación efectiva. Esto no es así. En dicho monólogo no tenemos la menor idea de si el otro nos escuchó y entendió y, claro está, si le preguntamos seguramente nos dirá que sí para no verse mal.
Para verificar la efectividad de nuestra comunicación es importante preguntarle a la otra persona qué escuchó. Una manera muy útil de hacer esto es preguntarle cómo va a hacer aquello que le pedimos que hiciera.
5. Escucha a los demás de manera atenta e intencional
Otra reflexión popular, pero poco practicada, dice: "Dios nos dio dos oídos y una boca para escuchar lo doble de lo que hablamos". Escuchar atentamente a los demás es esencial para tener una excelente comunicación, además de que crea claridad y alineación, transmite respeto y genera apertura.
6. Sé directo pero responsable con tu comunicación
Para lograr una comunicación efectiva es necesario que seamos directos con las personas. Darle vueltas al asunto o no decirle las cosas al otro por miedo a que se ofenda es una receta segura de malentendidos y objetivos no logrados. Ahora, ser directo no significa ser insensible o decir todo lo que sientes o piensas, esto más bien es ser irresponsable con tu comunicación.
7. Deshazte de los conflictos y reconoce a las personas
La comunicación no existe en un vacío, sino entre personas. Por ende, es necesario crear, cuidar, mantener y consolidar la relación que existe. Dos hábitos esenciales en la comunicación entre personas son limpiar inmediatamente cualquier conflicto y reconocer constantemente la participación y aportación del otro.
La Buena comunicación es una herramienta esencial para lograr una buena productividad y mantener buenas relaciones a todo nivel organizacional.