Una de las preguntas que me hacen mis lectoras es cómo superar el miedo cuando quieres empezar algo distinto. En este caso te hace mucha ilusión empezar algo nuevo, totalmente distinto a lo que hacías hasta ahora, pero el miedo te paraliza. Sé perfectamente lo que se siente, ya que dejé 11 años de carrera para empezar mi negocio como coach, lo que supuso dos cosas distintas: pasar de científica a coach y de empleada a emprendedora. Dos cambios radicales.
Como siempre digo es importante identificar bien a qué le tienes miedo exactamente. Probablemente sea una mezcla de cosas: a fracasar, a no estar a la altura, a arrepentirte, a las críticas de los demás. Pero si te centras en el miedo no saldrás de ahí nunca. Ya he comentado varias veces que lo importante no es superar el miedo sino seguir adelante a pesar de él, porque el miedo siempre estará ahí. Irá cambiando de nombre según vayas avanzando pero ahí estará siempre a tu lado, por eso es fundamental no dejar que te paralice, tragarte los nervios y seguir adelante.
Yo comencé con un miedo tremendo a arrepentirme, más que nada porque la ciencia era vocación pura y dura y da más miedo dejar algo que te apasiona que dejar algo que nunca te ha gustado. Por si te sirve de consuelo no me he arrepentido ni una sola vez. Por otro lado, lo que opina la gente nunca me ha impactado demasiado (al menos hasta ahora) pero sí que decidí distanciarme un poco de ciertas personas o no tocar el tema porque la negatividad que recibía me agobiaba.
A eso le siguió el miedo a fracasar y un resurgimiento del síndrome del impostor, totalmente normal cuando comienzas algo nuevo. Claro que, que sea normal no quiere decir que no lo pases mal! Entonces, qué puedes hacer tú para superar esta fase (en mi opinión una de las peores del cambio de carrera) o al menos para llevarla de la mejor manera posible (no te engañes, mal lo vas a pasar, es normal, no es que seas un bicho raro o una cobarde):
1. Ten bien claras las razones por las que haces el cambio, que para ti sean un motor. En mi caso, lo que más me motivaba no era ser coach sino tener mi propio negocio, con la flexibilidad y libertad que eso supone y sabía que si lo conseguía no me iba a arrepentir porque era exactamente lo que quería. Y tú, ¿por qué quieres hacer el cambio? Para hacer lo que de verdad te apasiona, para tener el estilo de vida que siempre has querido, para demostrarte a ti misma algo. Que tu razón supere todos tus miedos, que sea el motor que te impulsa cuando no tienes fuerzas. No subestimes el poder de un buen porqué, así el miedo a arrepentirte no te afectará tanto porque sabrás que es lo que de verdad quieres.
2. Pruébalo primero antes de lanzarte. Una de las razones del miedo y la incertidumbre suele ser la falta de información. Así que una de tus tareas es tener toda la información posible sobre lo que quieres hacer, porque una cosa es lo que crees y otra, a veces muy distinta, la realidad. Habla con gente que se dedique a eso (y le vaya bien), haz voluntariado, ¡pruébalo! Tener la máxima información y haberlo probado disminuye mucho la angustia. No tienes que lanzarte a la piscina de buenas a primeras, puedes meter un dedo en el agua primero para hacerte una idea.
3. No le des demasiadas vueltas. Está bien considerarlo seriamente, pero llega un momento en que tienes que arriesgarte o seguir en ese limbo de miedos y creencias limitantes que se autoalimentan. Si tienes claras tus razones, tienes suficiente información y estás deseando hacerlo, ¡decídete! En mi caso después de darle mil vueltas, hablarlo con varios coaches y seguir exactamente igual, decidí lanzarme al ruedo porque estaba harta de ese estado de bloqueo. Mi pensamiento fue: "Si sale, bien y si no, ya me buscaré la vida."
4. Comprométete y ten siempre presente que eres una persona con recursos y que si las cosas no salen como quieres te adaptarás bien, te las apañarás. Lo más importante ante cambios así es comprometerte al 100% porque los inicios serán duros, pero el que la sigue la consigue. Lo importante es perseverar y ser consciente de que si las cosas no funcionan como tu habías pensado, siempre habrá más oportunidades. Eso es lo mejor de empezar algo nuevo, que empiezas a conocer a gente nueva y se te abren posibilidades que nunca habías considerado.
Cuando te lanzas a hacer lo que de verdad quieres (al menos en ese momento, lo que quieres puede ir cambiando), la satisfacción de haberlo intentado supera con creces al miedo a perder algo. Está claro que cuando eliges un camino dejas otro atrás, pero si el que eliges es el que de verdad quieres, aunque mires al otro con cariño y algo de nostalgia no te arrepentirás, porque sabrás que estás donde quieres estar.