Crear empresas no es sencillo, de hecho esta es la razón por la que muchos no se animan a dar el paso, pero puede ser una buena forma de adquirir una estabilidad económica necesaria. Por eso mismo, es necesario hacer las cosas bien.
Antes de crear una empresa, hay que definir a la perfección el mercado o público objetivo en el que se quiere dirigir, ya que de esta manera es mucho más sencillo enfocar toda la estrategia empresarial, y además es necesario para saber si es una propuesta viable o no. Lo conveniente es empezar enfocándose en un único tipo de mercado, aunque con el paso del tiempo se pueden ampliar horizontes para llegar a más personas.
Teniendo claro cuál es el mercado objetivo, hay que hacer una buena investigación de mercado que permite descubrir y analizar información de los consumidores que formarán parte del mercado objetivo, viendo si hay suficientes potenciales clientes y si la idea es viable. Además, se conocerán las mejores formas de llegar a los clientes y crear productos y servicios con buena acogida conociendo sus necesidades, preferencias, comportamientos de compra y demás aspectos.
Dentro de la investigación de mercado, se puede hacer una prueba a los potenciales clientes para ver si lo que se va a ofrecer es de su agrado. Es una pequeña inversión inicial que permite “no lanzarse al vacío en una idea que no funcionaría” o saber qué es lo que más puede gustar antes de ponerlo a la venta.
Pero no basta con tener una buena calidad de productos y servicios, algo clave no cabe duda, sino también es bueno estudiar a la competencia para saber cuántos son, dónde están, qué ofrecen, qué es lo que no tienen, cuáles son sus estrategias y otros aspectos. Para ello se puede visitar el local y comprar algo, ver lo que tienen, consultar con clientes que han tenido y todo lo que se considere necesario.
Con toda esta información y mucha más se debe realizar un buen plan de negocios, un buen plan de empresa. Será un documento muy importante para antes de iniciar la empresa, pero también para obtener financiación, conseguir socios o lo que se requiera. Además, permitirá conocer el dinero que se necesita para llevar a cabo la empresa y cuándo se obtendrán los primeros beneficios, entre muchas otras cosas, incluida la propia viabilidad del proyecto.
Conociendo la cantidad de dinero que se necesita, es importante ver si se cuenta con esa cantidad (y además es bueno crear un fondo de emergencia), sobre todo debe ser capital propio para evitar deudas. Hay que gastar en la empresa lo que sea necesario para que funcione correctamente desde un principio, pero dentro de esto hay que aprender a ahorrar costes y sacar adelante la empresa gastando lo mínimo con todo lo que se requiere.
Si se requiere financiación que sea la mínima, ya que lo ideal es que todo sea de capital propio (también se puede contar con la ayuda de familiares y amigos). Si se va a tener algún socio, hay que hacer una correcta selección del socio de la empresa para no equivocarse o trabajar en un mal clima laboral, pero también una persona que complemente las propias cualidades o competencias y que tengan las mismas perspectivas empresariales.
Con todo esto, los siguientes pasos necesarios son elegir el nombre de la empresa, crear una imagen corporativa, crear las marcas y logotipos de la empresa, encontrar un buen local donde la empresa puede funcionar bien, remodelar el local y hacer los primeros preparativos para la puesta en marcha de la empresa.
Hecho todo esto, hay que saber cuál es el tipo de empresa que se quiere iniciar y realizar todos los trámites que son necesarios para crear una empresa, empezando por la alta en autónomos. Tan importante es la idea como dar todos los pasos que son necesarios para ponerla en marcha. Y una vez hecho todo esto no acaba la cosa ¡en realidad empieza!
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