Aquellos que no estén acostumbrados a tratar con negocios lo primero que suelen decir cuando oyen que algún conocido quiere abrir un negocio es «¿y cómo se va a meter en eso si necesita tanto dinero para comenzar?»
Y es que esa suele ser la causa más habitual por la que mucha gente decide no comenzar con su proyecto. ¿Falta de inversión? más bien falta de ideas, ya que a poco que uno se busque la vida puede conseguir financiar su proyecto sin problemas dejando un márgen de beneficio desde el primer mes.
Mucha es la gente que en lugar querer comenzar un negocio busca invertir su dinero para ver ganancias sin hacer prácticamente nada, y para convencer a toda esa gente de que lo que uno quiere hacer merece la pena hay que dedicar esfuerzos en crear una buena presentación para el negocio que se desee abrir.
Aquí es donde entra en juego el plan de trabajo o plan de negocio. Todo plan de trabajo que se precie comienza dedicando horas y horas de búsqueda de información en la red, de tal forma que poco a poco uno vaya incrementando su agenda de contactos con los que poder hablar en el momento de tener todo atado y listo para ser presentado.
Una vez que esté dicha agenda más o menos repleta, es hora de comenzar por hacer una buena presentación del negocio que se quiere llevar a cabo. Un buen inversor lo que busca es no pasarse horas leyendo párrafos sin sentido, por lo que es necesario comenzar directamente informando de todas las posibilidades que se ofrecen a dicho inversor si decide participar en el proyecto. Esto se llama resumen ejecutivo y tiene que ver con: ganancias, tiempo de recuperación de la inversión y beneficios exclusivos que son algunas de las claves para caer bien a este tipo de gente -que obviamente no se come a nadie-.
La presentación debe realizarse normalmente en PowerPoint, y como mínimo nunca debe bajar de las 20 o 30 páginas. Las primeras páginas, como se menciona en el párrafo anterior, deben ir directas a los beneficios de invertir en el proyecto. Las páginas restantes simplemente tienen que estar orientadas a analizar la competencia y a describir un poco la historia del negocio que se está planteando, mostrando el éxito que tuvieron otros inversores al participar en proyectos relacionados con el planteamiento. En Internet se pueden encontrar muchos modelos de estos esquemas en los que se muestra el camino a seguir para tener un plan de negocio exitoso.
Ya con el plan de trabajo terminado, solamente queda comenzar a distribuirlo entre los inversores potenciales que uno ha obtenido tras días de búsqueda. La espera a una contestación puede hacerse eterna, pero tarde o temprano alguien mostrará su interés en invertir algo de dinero en lo que se propone en el proyecto. Una vez obtenida la inversión ya solamente queda comenzar a trabajar a tope en la idea, para demostrar que ha merecido la pena dar dinero al proyecto y para comenzar a ver crecer los beneficios gracias al esfuerzo de uno mismo.
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