El índice de pobreza también está cebándose con la primera economía del mundo. En Estados Unidos ha subido un punto en el último año y alcanza cotas del 15,3%, con 3,3 millones de personas que han tenido que recurrir a los servicios sociales para subsistir.
El índice de pobreza no sólo sigue creciendo en España (tal y como esta misma semana ha hecho público el Instituto Nacional de Estadística). Estados Unidos también acusa este problema y prácticamente todos los estados y grandes ciudades de la primera potencia mundial han sufrido un crecimiento en esta tasa durante el pasado año.
Según los datos oficiales del Censo, Misssissippi y Nuevo México tienen los índices más altos, con uno de cada cinco ciudadanos por debajo del nivel mínimo de ingresos. En el Estado del mayor río americano, el porcentaje es del 22,4% (ligeramente por encima de la media española, que está en el 21,8%) y en el segundo, del 20,4%.
En el lado contrario, New Hampshire presenta el nivel más bajo, un 8,3%, lo que le hace ser el único Estado con el índice por debajo del 10%.
En total, una docena de estados presentan tasas por encima del 17%, cinco más que un año antes, mientras que la pobreza en las 10 grandes áreas metropolitanas se disparó al 18%.
La recesión en Estados Unidos que comenzó en 2007 se extendió a lo largo y ancho del país, evitándole a apenas un puñado de rincones el drama del paro y de las casas embargadas. Hasta ahora, los mayores problemas se habían dado en las zonas montañosas del interior y en el sur más desértico.
Pero, más de un año después de que el Gobierno diese por concluída oficialmente la crisis, la tasa de desempleo permanece más allá del 9% y, en definitiva, la tasa de pobreza creció del 14,3% de 2009 al 15,3% de 2010.
De forma paralela, la pobreza extrema se ha acentuado en el país más rico del planeta. Un 6,8% de los ciudadanos no percibe ni la mitad del dinero que el Gobierno fija como límite a partir del que se considera que una persona vive en la indigencia. En un año, este dato ha crecido en medio punto.
Y los problemas no los tiene demasiado lejos la Casa Blanca. En el área de Washington DC, la pobreza extrema llega al 10%.
Aunque no es el lugar más mísero de Estados Unidos. La región que comprenden las ciudades texanas e McAllen, Edinburg y Mission, donde uno de cada tres (el 33,4%) de sus habitantes es pobre. Le sigue, a bastante distancia la californiana Fresno, con un 26,8%.
Los problemas crecen de forma más intensa en otros lugares omo El Paso, Texas; Bakersfield, Modesto y Stockton, en California; Augusta, en Georgia; Memphis, en Tennessee; o en Durham y Greeensboro, en Carolina del Norte. En todos ellos, la ratio supera el 18%.
Ya en datos globales, un total de 3,3 millones de personas recibieron en 2010 asistencia social en algún momento frente a los tres millones del año anterior. Los estados con mayores ayudas a sus ciudadanos fueron Alaska, Maine, Vermont y Washington, mientras que los que menos echaron una mano fueron Lousiana, Alabama y Wyoming.
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