A la hora de invertir en Bolsa conviene tener una estrategia planificada para obtener la máxima rentabilidad a medio plazo.
No existen los milagros, y enriquecerse en muy poco tiempo en Bolsa es muy difícil. Los grandes "pelotazos" pocas veces se dan y sólo los ricos acumulan grandes ganancias. Pero sí es bastante viable para los pequeños y medianos inversores obtener una interesante rentabilidad en un plazo medio, teniendo en cuenta una serie de principios básicos.
Cuando un inversor principiante da sus primeros pasos en Bolsa, suele adquirir 'a voleo', sin hacer una planificación previa ni seguir una estrategia de inversión. De esta forma, lo más fácil es acabar de forma desastrosa, perdiendo dinero. Sin embargo, es fácil informarse y sin tener que estudiar una carrera económica, adquirir los rudimentos básicos para ganar algo de dinero en renta variable. Acaba resultando apasionante y adictivo informarse sobre este tema, y poco a poco, se adquieren muchos conocimientos.
Consejos básicos a la hora de decantarse por una estrategia
En la era digital existe mucha información, en prensa económica, blogs especializados y artículos sobre las mejores opciones para invertir del momento. Conviene leer cuanto más mejor, pero es también muy importante no fiarse de nadie y tomar todos los datos 'con pinzas'. Todos los informadores y analistas pueden ser parte interesada, pues en la Bolsa todo el mundo quiere ganar dinero mediante el sistema de que aumente la demanda de sus títulos. Por eso, antes de obedecer un consejo 'a pies juntillas' y comprar unas acciones que van a revalorizarse súbitamente, conviene estudiar la realidad y comprobar la evolución reciente de esos títulos. Mucha información privilegiada en realidad es falsa.
Los expertos y gurús que aparecen en los medios de comunicación son gestores del capital de sus clientes que también invierten en el mercado, por lo que tienen intereses propios.
Un pequeño inversor lo tiene difícil para dar con el valor mágico, pero cuenta con más posibilidades si apunta al largo plazo, y confía en valores que puedan ir revalorizándose poco a poco. Puede haber crisis, y grandes desplomes, pero cuando pasan los años, finalmente las acciones habrán subido.
Según todos los analistas, es mejor decantarse siempre por empresas que paguen dividendos. Si no lo hacen, suele ser una indicación de que existe algún problema.
Estrategias sencillas de inversión
Las estrategias de inversión más sencillas consisten en comprar un índice amplio en intervalos regulares. Se trata de adquirir participaciones en un fondo índice, con valores que representen al conjunto de la Bolsa. Se puede ir comprando cada mes, o cada tres meses, invirtiendo más o menos dinero en función de los precios. De esta forma se gana dinero, pero a largo plazo.
Una variable de esta estrategia es comprar acciones representativas de un índice, por ejemplo, la misma cantidad de acciones de los 10 o 15 valores más grandes de los que componen el IBEX 35. La inversión aumentara a la par que este índice.
Estrategias intermedias de inversión
Entre las estrategias intermedias destaca la que se conoce como "Dogs of the Dow (Los perros del Dow)". Se trata de comprar los 10 valores más rentables a principio de año del índice Dow Jones. Al año siguiente, la mayoría de los títulos seguirán estando arriba. Los que ya no estén entre los diez primeros, se venden y se sustituyen por los recién llegados. No es necesario calentarse mucho la cabeza siguiendo esta táctica, que es extrapolable al CAC 40, Ibex 35 u otros índices, pues según los estudios, también se saca rentabilidad.
Todos los inversores usan antes o después la opción de "Comprar en momentos de crack bursátil". Consiste en esperar a que haya un crack en la Bolsa. En ese momento, los precios estarán bajos. Conviene esperar una temporada para que vuelvan a subir y vender.
Las estrategias de inversión más elaboradas
Cuando un inversor ya tiene cierta experiencia, y se maneja en Bolsa, puede ir pensando en usar las estrategias más complejas. Por ejemplo, invertir en empresas pequeñas no está al alcance de cualquiera. Se puede obtener mayor rentabilidad porque estas entidades evolucionan con cierta independencia de las grandes tendencias económicas, pero requiere tener información y estar siempre pendiente de cómo evolucionan los títulos.
El inversor también puede decantarse por vender opciones Put, que son derechos de venta, es decir que se adquiere la opción de vender acciones de una empresa determinada hasta una fecha en concreto a un precio que no varía según la cotización. También se puede optar por comerciar opciones Call, derechos de compra a un precio concreto hasta un día determinado.
Requiere cierto dominio invertir en empresas cíclicas, aquellas que suelen seguir un proceso de caídas y bajadas a lo largo del tiempo. Conviene analizar con atención cómo evolucionan, para comprar en el momento más bajo y vender lo más cerca posible de la parte alta del ciclo.
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