El primer foco de infección de las finanzas globales fue Estados Unidos, y sus consecuencias se expandieron a toda Europa, que hoy sufre la situación de Grecia, Irlanda, España e Italia. Sin embargo, hoy un dato alarmó a los mercados internacionales: Francia reconoció que su deuda es difícil de sostener.
Baroin, su Ministro de Finanzas, remarcó que el Gobierno debió prestar especial atención a la necesidad de mantener la reducción de las ventajas fiscales. De esta manera, los franceses se suman a la extensa lista de naciones que deberán aplicar medidas para reducir su déficit público, principal inconveniente que sufre Estados Unidos, Grecia e Italia.
El anunció francés coincide con las previsiones de sus principales analistas, que creen que para 2012 Francia apenas crecerá por debajo del 1,5 por ciento, aunnque las estimaciones superaban el 1,75 por ciento.
La noticia sólo generó aspectos negativos, pues Alemania y Francia comandaron –más allá de las diferencias- la resurección de Grecia mediante otro salvataje financiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario