Es en el centro de Amsterdam donde se sitúa “el peor hotel del mundo”, así es como se califica así mismo este hostal, el Hans Brinker Budget Hotel para promocionarse a través de la red. Lo que comenzó como una denominación de los usuarios hacia el hostal, a pasado a convertirse en uno de los puntos más importantes de su política publicitaria.
En su propia página web, da la bienvenida a sus posibles clientes de una forma alentadora y más que llamativa: “Bienvenido al Hans Brinker Budget Hotel, Amsterdam. El hostal barato de Amsterdam Hans Brinker está orgulloso de haberse pasado cuarenta años defraudando a los viajeros. Presumiendo de que sus niveles de confort pueden compararse con una prisión de mínima seguridad, el Hans Brinker ofrece también algún tipo de sanitario y un comedor abierto que sirve una amplia gama de platos basados en huevos mocosos”.
Su última actuación de marketing publicitario ha sido crear una página propia en el canal de vídeos de YouTube.
Desde ahí, el hostal invita a las personas que se han alojado en él a subir sus propios vídeos sobre sus experiencias vividas en el hostal o sobre cualquier otro motivo pero siempre mencionando el nombre del hotel, “similar al infierno pero sin la calefacción adecuada” según sus clientes. La agencia KesselsKramer, autora de este proyecto ha declarado que por cada vídeo que reciba más de 1000 visitas en este portal de Internet, recibirá una compensación económica de 10 dólares.
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